JUAN DE JUANES

Valencia ? (h. 1510) / Bocairente, Valencia (1579)

"Verónica de la Virgen"

Óleo sobre tabla

Dentro de la producción del pintor Juan de Juanes hay una serie de imágenes que se convirtieron en “icónicas”, llegando a incardinarse en la tradición pictórica valenciana a lo largo de los siglos. El mejor ejemplo es sin duda el de sus conocidos “Salvadores Eucarísticos”, pero también lo es el ejemplo que aquí se muestra con la “Verónica de la Virgen”.
Este rostro de María se inspira en una serie de modelos devotos que quedaron plasmados en iconos que remontan su origen a la época medieval, llegados a Occidente hacia el siglo XII. Un buen ejemplo es el “Relicario de la Verónica de la Virgen” de la Catedral de Valencia, según la tradición copia del verdadero retrato de María, realizado en el año 1398 por encargo del rey Martín el Humano. En esta imagen María aparece representada de busto, con la cabeza ligeramente ladeada y vistiendo una toca blanca. Dirige su mirada directamente al espectador, estableciendo un diálogo con éste.
Juan de Juanes tomó esta imagen medieval adaptándola a la sensibilidad religiosa del momento, humanizando el modelo y reinterpretándolo con una refinada y exquisita técnica a base de colores suaves y frescos, aplicados con una sutil gradación de tonos y delicadas transparencias. La imagen femenina primitiva es transformada por Juanes en la de una joven hermosa, de cuya cabeza salen múltiples ráfagas doradas que se disponen en dos filas de forma semicircular, formando un doble nimbo de santidad.  Así la muestra en la “Verónica de la Virgen” de la parroquia valenciana de San Nicolás, fechada en el año 1572, que en el pasado estuvo montada en un ostensorio o expositor común con la imagen del “Salvador” que, también realizada por Juanes, se conserva en el mismo templo.
La obra inédita que aquí presentamos sigue este mismo modelo, aunque varía en algunos pequeños detalles como la ligera modificación en algunos de los plegados de la toca blanca. Otra pequeña diferencia entre ambas pinturas es el tamaño. El icono de la parroquia de san Nicolás mide 31,8 x 26,4 cm., mientras que este ejemplar, siendo idéntica la anchura, mide casi dos centímetros más de alto. El soporte es en ambos casos una fina tabla de roble cuyo espesor oscila entre los 5 y los 8 milímetros. La reflectografía infrarroja aplicada a la obra ha permitido contemplar un dibujo preliminar minucioso que se aprecia en la totalidad de la figura, con unas formas que fueron planteadas previamente con un importante nivel de detalles, desde los contornos del rostro de la Virgen, los pliegues del ropaje e incluso las áreas de sombra. El dibujo se ha realizado a seco, con trazos muy finos y continuos que en algunos casos luego se cubren con pinceladas muy aguadas. La pintura responde plenamente al planteamiento previo del dibujo, aunque se ha localizado una ligera modificación en el contorno derecho del rostro.
Nada se sabe del origen remoto de esta pintura, localizada en una importante colección particular española que, por su calidad de ejecución, puede asignarse a Juan de Juanes sin descartar una participación del taller; todo esto teniendo en cuenta que a los talleres de los grandes artistas del siglo XVI se les exigía, como marchamo de garantía, unos mismos niveles de excelencia análogos a los del maestro. Hasta ahora, únicamente se conocían algunas versiones realizadas en una cronología posterior a la muerte de Juanes, que salieron de los pinceles de algunos de sus discípulos como la de la colección Villagonzalo, la del Museo de Bellas Artes de la Valleta en Malta, o la del Monasterio de Clarisas de Gandía.
 

33,5 x 26,4 cm. Medidas soporte: 34,5 x 27,5 cm.