JOSÉ NIN Y TUDO

El Vendrell, Tarrago (1840) / Madrid (1908)

"La muerte de Abel", 1866

Óleo sobre lienzo

Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
 
Procedencia: Valencia, colección particular.
 
José Nin y Tudó tuvo gran reputación como pintor de historia y retratista, pero también como decorador de palacios y casas señoriales de Madrid. Sin embargo, es es más conocido por su especialización en la pintura de temática mortuoria como demuestran algunas obras conservadas en el Museo Nacional del Prado. Fue frecuente su presencia en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, donde obtuvo una tercera medalla en 1871 y dos segundas en las ediciones de 1876 y 1878 por las obras tituladas: “Los héroes de la Independencia española” y “El entierro de Ofelia”, respectivamente. Esta interesante obra inédita, representando “La muerte de Abel”, fue presentada en la de 1866 junto a dos estudios. Con uno de estos últimos, “Busto de un niño”, obtuvo una mención honorífica.
La pintura que aquí presentamos es obra de tono monumental y está dotada de un gran efectismo barroco. Destaca por un acusado contraste de luces y sombras en el que la iluminación destaca las formas anatómicas de un Abel muerto tendido en el suelo. Caín desaparece casi por completo de la composición, figurando, únicamente, sus piernas, que aparecen apenas insinuadas. La intención del pintor, más que plasmar el pasaje bíblico, fue la de destacar el estudio anatómico de Abel como si de un ejercicio académico se tratara. También, lejos de mostrar la tradicional crueldad de la escena, la impregna de cierto tono poético y el fallecido evoca más la figura clásica de un Adonis, tendido placidamente en el suelo. La presencia de algunas flores, como los cardos o las campanillas, dotan a la composición de la simbología necesaria de celos y muerte

150 x 260 cm