JERONIMO JACINTO DE ESPINOSA

Cocentaina (1600) / Valencia (1667)

"Sagrada Familia"

Óleo sobre lienzo.

En el reverso, adherida al marco, etiqueta de la Junta Delegada de Incautación, Protección y Salvamento del Tesoro Artístico (n.º 10404).
 
Procedencia: - Colección particular, Madrid.
 
Bibliografía: - Gómez Frechina, J., "In Memoriam. Semblanza científica del profesor Fernando Benito Doménech", Ars Longa. Cuadernos de Arte, n.º 21, 2012, p. 60, fig. 42.
 
- Marco García, V., Pintura Barroca en Valencia (1600-1737), CEEH, Madrid, 2021, p. 386, Cat. Jerónimo Jacinto de Espinosa n.º 69.
 
- Se conserva registro fotográfico en el Archivo Moreno del IPCE (n.º 410007_B)
Jerónimo Jacinto de Espinosa fue, sin lugar a duda, la figura más importante de la escuela de pintura valenciana en las décadas centrales del seiscientos. Sus obras fueron muy apreciadas desde antiguo, siendo su presencia muy frecuente entre las grandes colecciones de la nobleza.
Sus obras están impregnadas del naturalismo heredado de Francisco Ribalta y en ellas emplea una iluminación fuertemente contrastada en las que las figuras destacan sobre un fondo neutro. Estas están dotadas de ese sentido naturalista y al mismo tiempo de una solemne y severa gravedad, creando unos tipos de noble apostura y muy humana calidad.
Esta pintura, conservada hasta este momento en una importante colección particular y nunca antes expuesta, reúne todas estas características presentando a los miembros principales de la Sagrada Familia en un espacio indeterminado, en un ambiente de grata cotidianeidad. El Niño Jesús, desnudo y sentado en el regazo de su madre, se encuentra interactuando con la Virgen y san José. Recibe una fruta que le ofrece su padre, mientras que, con su mano derecha, toma la mano que María se lleva a uno de sus senos descubiertos. Con este gesto, Espinosa refuerza el sentido cotidiano, íntimo y familiar de la escena, situándola en un momento previo a la lactancia.
La pintura posee una iconografía rica que trasciende a la mera cotidianeidad mostrada por Espinosa. La Virgen aparece representada como la “Virgo Lactans”; advocación mariana de origen medieval en la que se representa a María en el momento de amamantar al Niño Jesús. El fruto que san José entrega al Niño Jesús, una pera, posee una gran carga simbólica y se ha interpretado tanto como un símbolo de fertilidad como el de Cristo encarnado e incluso como el del amor divino por la humanidad.
 
 

123 x 96 cm.