ESTEBAN MARCH

(Valencia, c. 1610 - 1662/67)

"Cabaña con pastores y ganado"

Óleo sobre lienzo.

En el reverso antigua etiqueta con número de colección y de la Caja General de Reparaciones.
 
Bibliografía de referencia: ANGULO, D. Y PÉREZ SÁNCHEZ, A.E., Pintura toledana. Primera mitad del siglo XVII, Instituto Diego Velázquez, Madrid, 1972, p. 350, lám. 280; MARCO, V., Pintura barroca en Valencia (1600-1637), CEEH, Madrid, 2021, p. 409, n.º cat. 57.
 
Uno de los pintores que mejor asimiló el estilo de Pedro Orrente en la Valencia del siglo XVII fue Esteban March. Su formación inicial es incierta, posiblemente en el entorno de los Ribalta, pero de lo que no cabe duda es de la influencia que causaron los modelos y la técnica de Orrente en la mayor parte de su producción. Aunque se conocen muy pocos datos concretos de su biografía, sus obras firmadas lo presentan como uno de sus principales seguidores, tanto en repertorios y modelos como en el tipo de pincelada suelta y paleta cromática, muchas veces de ascendencia veneciana.
 
De su producción son muy conocidas sus batallas, pero también practicó con frecuencia la pintura religiosa, especialmente las pinturas con asuntos de tema bíblico, el retrato y la pintura de género. En este campo, en el que se conservan numerosos dibujos de su mano conocidos popularmente como “caprichos”, también la dependencia de Orrente queda manifiesta tanto en los modelos como en la técnica, al igual que en esta pintura totalmente inédita que representa la llegada de unos pastores al aprisco.
 
En ella se aprecia a la perfección su característica pincelada de trazo suelto, una típica paleta cromática de tonos terrosos en clave valenciana y sus modelos habituales. Entre ellos merece la pena destacar la pareja de pastores que conducen al ganado, con sus atuendos, gorros y cayados, idénticos a los que aparecen en sus “caprichos” sobre papel. El gusto orrentesco por lo anecdótico y lo cotidiano lo encontramos en los cacharros del primer término y en el amplio elenco de bestias que aparecen poblando la escena entre las que se encuentran los típicos corderos, un buey, una cabra, un mulo, un perro, dos conejos y un pavo. Sobre uno de los elementos de la cabaña también se encuentran reposando dos palomas. En su paisaje crepuscular de fondo también queda patente la influencia de Orrente.
 
La pintura, que constituye uno de los escasos ejemplos de pintura de género en la escuela valenciana del siglo XVII, debe ponerse en relación con una obra de Orrente conservada en el Museo del Prado que hace unos años se atribuyó a Esteban March (Marco 2021, p. 409, n.º cat. 57). Con unas medidas similares (58 x 90 cm.), parece representar una secuencia narrativa de este mismo episodio: la Vuelta del aprisco (P001020); aunque en esta sólo figura un pastor y el grupo de animales es mucho más reducido al no estar presentes los propios del corral, como el pavo y los conejos. Ambas comparten una misma técnica y modelos, una composición similar y un idéntico paisaje de fondo.
 

64 x 93 cm.