FRANCISCO RIBALTA

Solsona, Lérida (1565) / Valencia (1628)

"Santa María Magdalena"

Óleo sobre lienzo.

Procedencia: - Colección nobiliaria española.
 
Bibliografía:
 
- MARCO, V., Pintura barroca en Valencia (1600 - 1630), CEEH, Madrid, 2021, p. 431, Cat. n.º 98.
 
Francisco Ribalta fue una de las grandes figuras de la pintura española del Barroco, especialmente en el Reino de Valencia. Allí practicó un tipo de pintura naturalista que quedó incardinado en la tradición pictórica valenciana, perpetuándose en el tiempo durante varias décadas después de su muerte en el año 1628. Su éxito radicó en saber elaborar una pintura de gran calidad plástica y cargada de emotividad religiosa, que transmitía con eficacia el mensaje de los comitentes y que, por medio de la contemplación de unas imágenes con apariencia real, proporcionaba a los fieles una vívida conmoción religiosa; logrando un perfecto equilibrio entre lo real y lo sobrenatural.
 
La obra inédita que aquí presentamos, en la que se contempla a Santa María Magdalena como penitente, reúne todos los ingredientes citados, siendo un ejemplo perfecto de lo mejor de su producción. Su expresión apesadumbrada, provocada por un profundo arrepentimiento, conmueve a quienes la contemplan, mostrando unos ojos llorosos y las lágrimas que resbalan sobre su rostro. Se encuentra en completa soledad, en una gruta del desierto, con los brazos extendidos en gesto de entrega mística, como una clara señal de aceptación de los designios divinos. Le acompañan un libro, la calavera y el crucifijo, como símbolos de meditación.
 
Procedente de una colección nobiliaria, la restauración a la que recientemente ha sido sometida la obra ha permitido cotejar su excelente estado de conservación y observar con mayor precisión la técnica ribaltiana en su etapa de madurez; con una capa de preparación muy ligera que deja aflorar en algunas partes la preparación rojiza del lienzo. Los volúmenes, casi escultóricos, de la cabeza de la santa, así como también su expresión y posición, permiten relacionarla formalmente con otras obras suyas, como, por ejemplo, el Alma en pena del Museo del Prado (P001064).
Sabemos que Ribalta pintó este tema en más de una ocasión, pero ninguna de estas obras ha podido ser localizada. Una, de medidas más reducidas, se encontraba en la colección de don Pedro de Arce. Tampoco se trata de la célebre Magdalena de la colección Parcent, al tratarse ésta de una obra de formato apaisado, cuya autoría se asignaba a Juan Ribalta. Firme candidata es una Santa María Magdalena (Marco 2021. Francisco Ribalta, Cat. nº 98) que formó pareja con un San Pedro, ambos penitentes, y que como original de Ribalta fue entregada en 1661 por Ramón Sans de la Llosa, señor de Beniferri, a José de Castellví, padre del Marqués de Villatorcas, pasando en lo sucesivo a la colección de los Condes de Cervellón. Perdida de la memoria del autor de la pintura, su calidad hizo que, junto a su compañero, fuese atribuida en los inventarios sucesivos a José de Ribera. No obstante, esta suposición no se puede cotejar con total seguridad al no figurar sus medidas en los documentos consultados.
 
Esta composición de Ribalta debió de alcanzar un notable éxito en su época. Prueba de ello es la versión realizada por Vicente Castelló del mismo tema que, conservada en una colección particular, fue depositada temporalmente en la colección Bancaja. Esta pintura sigue puntualmente el modelo de Francisco Ribalta, pero Castelló, con un lenguaje formal propio diferente al del maestro, le otorga un mayor sentido decorativo y un mayor dinamismo, perdiendo gran parte de la emotividad religiosa y el contenido místico del original ribaltiano.
 

105 x 91 cm.