MARIANO GUERRERO

(Activo en el Virreinato de Nueva España, México, a finales del S. XVIII)

"La Virgen María como Refugio de los pecadores", 1798

Óleo sobre cobre.

Firmado y fechado en la parte inferior.
 
Refugium Peccatorum, Refugio de los pecadores, es uno de los títulos católicos romanos que recibe la Santísima Virgen María cuyo uso se remonta a San Germano de Constantinopla en el siglo VIII. Se trata de una de las cuatro invocaciones marianas de las Letanías de Loreto, con el Salus Infirmorum, Sanadora de los enfermos, Consolatrix Afflictorum, Consoladora de los afligidos y Auxilium Christianorum, Ayuda de los cristianos. Todas estas invocaciones marianas vienen a ensalzar su papel como intercesora de los hombres ante Dios. Algunas órdenes religiosas, como los jesuitas, difundieron esta advocación mariana en el Nuevo Mundo, multiplicándose sus representaciones. Un buen ejemplo es esta hermosa imagen realizada por Mariano Guerrero en la que María aparece arropando al Niño Jesús y rodeada de flores. Este pintor, activo en México a finales del siglo XVIII, se especializó en este tipo de pinturas devocionales y en la ejecución de retratos como el de Don Juan Lorenzo Gutiérrez Altamirano de Velasco y Flores del Museo de Brooklyn.
 

60 x 44 cm.